Ha aparecido en la
playa una ballena muerta
aquí, en nuestra
playa
a pesar de lo grande
que es
cuesta distinguirla
entre tanta gente
todos queremos
mirarla, tocarla
quizás llevarnos un
cachito a casa
para enseñarlo a la
gente
y poder decir, yo
estuve allí
y lo vi
Otros días
aparecen en la playa
no en la nuestra,
sino en la playa
cosas que flotan
a la deriva
y que las olas
empujan una vez y otra
ante nuestras
narices
pero nadie ve nada
nadie dice
estuve allí
y lo vi
restos de naufragios
de embarcaciones que
albergaron
sueños rotos
de los que ni en
sueños imaginaron
acabar así
mecidos por olas
vencidos por el
cansancio
reclamados por nadie
recordados por nadie
ignorados por todos
que quizás ahora
soñarían
con ser ballena
aun muerta
y existir así, al
menos
en anécdotas
contadas
en un bar, frente al
mar
con una jarra de
cerveza.