De galos y romanos


Temían los galos
que el cielo cayera sobre sus cabezas
y ante los romanos la agacharon
Tememos nosotros
que el futuro caiga sobre nuestras cabezas
y ante el presente la agachamos.

La larga noche


Construíamos barricadas con almohadas
para no olvidarnos de los sueños al luchar
Cuando ardieron,
se convirtieron en pesadillas.

(Des)obediencia


Me piden que proteste
que me oponga
que me alce
que luche
resista
y grite

y tienen razón

les hago caso
les doy mi apoyo
asiento
obedezco
me rindo
y callo.

Sin poesía no hay revolución


Muy bonitos esos versos
sobre pétalos y balas,
sobre prados y alambradas,
sobre cielos y promesas
que tan bien sabes plasmar
sobre un folio de papel

o esos otros tan profundos
de la chica despojada
de su título de madre
acabado de estrenar,
de ese llanto remanente,
del silencio de los parques,
de las colas en containers

sí, muy bonitos esos versos,
necesarios, yo diría

una lástima, no obstante,
que no los oiga ese niño
de mirada harto anciana,
ni ese hombre antaño fuerte
que patalea y gimotea
porque sabe que mañana
seguirá con su condena
y volverá a salir el sol

una pena, por supuesto,
que estén muertos u ocupados
en no estarlo y no puedan
perder tiempo en tu poesía

sí, muy bonitos esos versos,
necesarios esos versos,
mas del todo insuficientes
para cambiar lo que describen

muy bonitos los poemas
muy bohemios los poetas
mas un poco ineficaces

y un poco largo este poema
para decir que lo que no habrá
es poesía sin revolución.

Bacíame de bersos y te llenaré de vesos


Yo quería llenar todos los muros con mis versos
todos los papeles con mis versos
todos los párpados con mis versos
y también todos los labios con mis versos
e imaginaba un mundo lleno de labios
de párpados
de papeles
y de muros
pero sin prados
sin árboles
sin ojos
y sin lenguas
y guardé mis versos en estrofas
las estrofas en poemas
y los poemas en libros
Quise entonces llenarlo todo de besos
besos en los prados, para que los muros resbalaran
besos en los árboles, para que siguieran dando hojas
besos en los ojos, para que los párpados no cayeran
y besos en las lenguas, para que los labios no cerraran
pero todos esos besos los puse en verso
y, claro, no es lo mismo
y de tan versado en besos ya no sabía
si escribía besos o besaba versos
y la tinta manchaba mis labios
y mis manos salivaban
y el árbol se subió al muro
y perdí los ojos
y me guiñaste un papel
y una luz parpadeó a mi espalda
y esposaron mis manos por pintar en aquel muro
y no sirvió este poema para que me soltaran
Desde entonces solo quiero que me bacíes de bersos,
yo te prometo que te llenaré de vesos.

Enemigos


El enemigo,
aquel del que nada sabes
al que nunca has visto
y al que más detestas
desconocido
enigmático
¿aterrador?

desconocemos su nombre
no hemos visto su rostro
ni sabemos qué come
pero conocemos al miedo
hemos visto al odio
y sabemos que come

si a los amigos se los elige...
sí; los enemigos, nos los eligen.

Relatividad


Hay quien dice correr hacia el futuro
para esconder que huye del pasado
otros dicen vivir en el presente
porque no tienen planes de futuro
y luego están los que usan el pasado
para justificar sus actos del presente

que el tiempo es relativo
es ya un clásico en la era cuántica.

Mi nombre


Unos querían privarme de nombre
otros preferían darme un nombre propio
y en salomónica decisión
me pusieron por nombre propiedad privada
Todos me conocen por mía.

Aquí al (otro) lado


Puede que te estés acercando
y sientas la brisa en tu cara
y oigas silbar nuestros labios

puede que estés cerca
tan cerca
que huelas las mismas rosas
que pisamos camino a los bares

puede que hayas llegado
encontrado un nuevo refugio
y respirado aliviado en la playa
donde se rompen esas olas
que hasta aquí te han acompañado

incluso puede que puedas quedarte
instalarte en tu nueva morada
invitar a los tuyos a ella
y dejemos que vivas tranquilo

sí, puede
puede que estés aquí al lado
pero seguirás estando al otro lado.