Los bordes del precipicio


Tienen las alturas dos formas de medirse;
abocado al vacío, desde la cima
o desde el fondo del abismo
en la vertical una flor desafía la gravedad
una ave pone un huevo y alza el vuelo
defeca al fondo del abismo
y sube a la cima en busca del cazador
La flor se marchita sin nadie que la mire.

Los míos y los vuestros


Nos unimos
nos juntamos sin mezclarnos
en alegre mezcolanza
inmiscible miscelánea
que buscando identidad
ante el otro se reafirma
utopía constructora
que derriba viejos muros
sepultando los eriales
levantando nuevos muros
donde sólo había asfalto

Dialogamos
no sin antes cerciorarnos
de qué va el que está delante
y una vez clasificado
etiquetado y situado
ya sabemos qué dirá
y respondemos preguntando
y preguntamos respondiendo
argumentos y discursos
que nos hemos aprendido
discutiendo ante el espejo

Nos manchamos
y agachamos la cabeza
diluidos en el grupo
que la culpa repartida
hasta gusta sin azúcar
o gallitos sonreímos
bien contentos celebramos
lo que antes era malo
en el tejado del vecino
ahora luce lucecitas
y trapitos de colores

Compartimos
una idea bajo llave
custodiamos lo común
repartiendo cerraduras
precintamos las conquistas
pretendiendo defenderlas
olvidando que las sumas
no teniendo propietarios
aún conservan en su sino
propiedad conmutativa
y propiedad asociativa

Rehuimos
compromisos personales
y escondemos convicciones
que no gusten a los nuestros
que nos hagan diferentes
como loros repetimos
las verdades inmutables
que se pudren al decirse
empachados de saber
declamamos vomitando
lo que no hemos digerido

Resumiendo
no reniego de los míos
y sé muy bien que siempre enfrente
encontraré a mis enemigos
mas si siempre son los mismos
a ambos lado de la linea
secuestradas las ideas
en paquetes definidos
ya no duermo y no descanso
pues al fin han conseguido
convertirnos en lo mismo.