¡Asombroso!
Se
quitó el sombrero...
y
ahí debajo no había nada
ni
sombra de cabeza alguna
ninguna
cabeza hacía sombra
a
ese singular imitador
¡qué
hermoso!
para
quitarse el sombrero,
los
que lo tengan
y
no tengan nada que ocultar.
chapeau!
ResponderEliminar