Si
mi fuerza reside en tu flaqueza
si
no me atemorizan tus temores
y
no huelo el peligro en tus olores
¿qué
me impide asaltar tu fortaleza?
¿Qué
me impide asaltar tu fortaleza?
que
cuestiona el picar de mis tambores
y
tambalea mi orden de valores
demorando
el asalto que no empieza.
Serán
acaso signos de un cobarde
que
habita oculto entre tanta gallardía
y
ante ella no claudica sino grita.
¿De
qué me sirve pues mi valentía?
de
corazón valiente que no arde
ante
el débil que más me necesita.
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